Sin duda, uno de los principales aspectos que se evalúa antes de tomar la decisión final sobre el material que elegiremos para la estructura de la propiedad, ¡es la durabilidad!
El hormigón puede perdurar 70 años o incluso más, siempre y cuando se hagan las tareas de mantenimiento correspondiente.
En este punto, lo más importante es hacer una limpieza profunda de vigas y pilares con un cepillo de agua.
Además, es clave revisar una vez por año fisuras o grietas para corregir posibles desperfectos que, con el paso del tiempo, pueden deteriorar la propiedad.
Por su parte, la durabilidad de la madera estará supeditada al tipo de madera que se elija, ya que no tienen la misma resistencia a la proliferación de hongos, bacterias y agentes xilófagos (luego profundizaremos sobre este punto).
Resistencia mecánica
Según el Código Técnico de Edificación (CTE), la madera puede llegar a multiplicar por 10 los valores del esfuerzo a flexión respecto al hormigón.
Esto hace que sea el material predilecto para fabricar vigas, armazones o cualquier otro tipo de estructuras entramadas.
Esto significa que la madera presenta una menor resistencia que el hormigón, a menos que estemos hablando de la compresión.
Resistencia al fuego
La resistencia al fuego es otro de los aspectos a considerar antes de elegir un material para la estructura de tu propiedad.
En lo que respecta a la madera, dependerá del tipo que escojas. La paulownia es la más recomendable porque no arde rápidamente.
Además, este material tiene la particularidad de que, en caso de incendio, no colapsará por completo como sí sucede con otros componentes. Esto es debido a que tiene una baja conductividad térmica, característica que hará que, frente al fuego, la estructura de la propiedad no sufrirá modificaciones estructurales.
De todas formas, el hormigón es el material más seguro porque, si se produce un incendio, no alcanza el colapso (aunque podría haber una desviación si se trata de una situación grave).
Otra cuestión para destacar es que no es combustible, por lo tanto, no alimenta el fuego ni contribuye a que se extienda. También es pertinente destacar que el hormigón es un material de construcción con una baja conductividad térmica.
Resistencia a la humedad
Uno de los grandes inconvenientes de la madera es el agua, principalmente en lo que respecta a la proliferación de humedad en el ambiente.
Esto provoca higroscopicidad y sus principales consecuencias son hinchamientos, desplazamientos y deformaciones de las estructuras.
Por otra parte, la humedad no afecta demasiado al hormigón, a menos que sea excesiva. En estos casos, se recomienda colocar recubrimientos especiales que detengan la proliferación de agua en la propiedad.
Agentes xilófagos
Existen organismos vivos que se alimentan de la madera y esto puede ser una complicación para la estructura de la propiedad, ya que pueden verse seriamente comprometidas la resistencia y estabilidad de la casa.
La proliferación de agentes xilófagos se debe a las características naturales de este material y para contrarrestarlo se debe llevar a cabo un tratamiento especial, que dependerá del tipo de insectos que esté dañando la propiedad.
Es importante remarcar que muchas veces se combinan la humedad y estos organismos vivos, perjudicando así seriamente la integridad de la vivienda.
Mantenimiento
La madera requiere más atención que el hormigón porque es un material que puede ser perjudicado por agentes externos.
En primer lugar, hay que hacerles frente a los insectos que se alimentan de la madera y que, en ocasiones, deterioran notablemente la estructura de la propiedad.
Si no hacemos nada frente a los agentes xilófagos, o en el peor de los casos aparece una plaga, es probable que la casa sufra daños graves.
Es importante tomar cartas en el asunto de inmediato y, si la situación es compleja, habrá que contratar profesionales que eliminen a los insectos con técnicas especiales.
Los rayos solares y las lluvias son una amenaza para las estructuras exteriores de madera, para lo cual será necesario barnizar cada cierto tiempo en función de las condiciones ambientales del lugar.
De esta forma, se eliminarán manchas y otros problemas que puede causar el clima de la región en la que vives.
En lo que respecta al hormigón, es necesario hacer una limpieza profunda de vigas y pilares con un cepillo de agua. También es importante revisar una vez por año fisuras o grietas para corregir posibles desperfectos.
Precios de la madera y el hormigón
Es difícil establecer una comparación de precios entre la madera y el hormigón porque, como hemos explicado, existen diferentes tipos de madera y, lógicamente, no todas cuestan lo mismo.
Conclusiones
En España el hormigón es el material de construcción predilecto desde hace ya bastantes décadas, principalmente por su resistencia y perdurabilidad.
Comparado con la madera, no se ve afectado por la humedad y agentes xilófagos que son grandes amenazas para la propiedad. Además, es un material más económico y prácticamente no requiere de mantenimiento alguno.
De todas formas, la madera no es una mala elección porque presenta también una buena resistencia y durabilidad, aunque es cierto que la humedad y la posible proliferación de insectos pueden representar un problema para la estructura de la propiedad.